¿Cuáles son las causas de los problemas circulatorios?
Una de cada dos mujeres tiene problemas circulatorios. En la mayoría de los casos, son estacionales o temporales, con pocas consecuencias. Pueden estar causados por el calor, los viajes largos, etc. La mala circulación también puede ser el resultado de una combinación de factores: colesterol alto, sobrepeso, falta de ejercicio físico, dieta pobre en fibra y rica en grasas y sal, la genetica o la falta de hidratación. Todos estos factores provocan una pérdida de elasticidad de los vasos sanguíneos, que ya no pueden adaptarse correctamente a los niveles de presión emitidos por el corazón. Para algunas personas, esto también puede ser un inconveniente que requiera la consulta con un especialista.
¿Cuáles son los signos de mala circulación?
Hay varias señales de alarma. En primer lugar, hormigueo en las extremidades tras permanecer mucho tiempo de pie: osea en los pies, pero también en las manos, sobre todo cuando se utiliza el teléfono móvil durante mucho tiempo. Por ejemplo: la sensación de piernas pesadas se intensifica a lo largo del día pero disminuye cuando se elevan las piernas y aumenta en los meses más cálidos. La fatiga general también puede observarse en las personas que más sufren de mala circulación sanguínea. Por último, también puede producirse la caída del cabello, debido a la mala irrigación del cuero cabelludo.
¿Cómo se puede mejorar la circulación?
En primer lugar, hay que revisar la dieta. Evite la sal en la medida de lo posible, limite las grasas y los azúcares, aumente el consumo de fibra y beba agua. Haga algo de ejercicio, como caminar o nadar, que tendrá un efecto de masaje y estimulación del sistema venoso, estírese con regularidad y eleve las piernas por la noche para limitar el estancamiento de la sangre en la parte inferior del cuerpo. En caso de piernas muy pesadas, sobre todo en verano o durante viajes largos en avión, coche o tren, se recomienda el uso de medias de compresión.
¿Qué otras soluciones existen?
Algunos alimentos pueden ayudar a mejorar la circulación, como el arándano, la grosella negra o el ajo. Algunos complementos alimenticios, combinados con un estilo de vida más sano, también pueden ayudar. El hamamelis, un arbusto originario de Norteamérica, contribuye a la resistencia de los vasos sanguíneos, a una buena circulación general y a una sensación de piernas ligeras. El ginkgo contribuye a una circulación sanguínea normal. La vid roja y la grosella negra también se recomiendan por su acción beneficiosa sobre el sistema venoso.