Consejo nº 1
La digestión comienza en la boca, continúa en el estómago y después en el intestino. Una vez que los alimentos predigeridos se han ablandado, pasan a través de un esfínter llamado píloro al intestino delgado. El alimento permanecerá más de 6 horas (de 6 a 12 horas según la naturaleza de la comida) en este tubo, de más de 6 metros de longitud y con múltiples circunvoluciones.
Consejo nº2
Los alimentos se digieren gracias a la bilis, un líquido producido por el hígado y almacenado en la vesícula biliar, y sobre todo al jugo pancreático, producido por el páncreas.
Consejo nº 3
Cuando todo va bien, la digestión puede provocar, en el peor de los casos, un ligero cansancio (la digestión requiere un cierto gasto de energía por parte del organismo), o incluso cierta pesadez en el abdomen. Pero en caso de problemas digestivos, pueden aparecer molestias, que no son graves la mayoría de las veces, pero que son lo suficientemente dolorosas como para qno tener energía.
Consejo nº 4
El problema más común es la digestión lenta, que puede estar relacionada con una mala alimentación. Para mejorarla, bebe todo lo que puedas, camina al menos media hora al día y no abuses de la fibra (verduras, fruta, algunos cereales con salvado, etc.). Si te gusta la sopa, no la licúes demasiado, ya que las fibras se triturarían y perderían su eficacia. También puedes optar por complementos alimenticios especialmente diseñados para el bienestar intestinal.
En resumen, para evitar problemas digestivos, coma hasta saciarse . La saciedad se manifiesta generalmente como una disminución del placer de comer. Intente comer cuando sienta hambre y nunca demasiado tarde por la noche. Beba mucho líquido y mastique la comida para poder disfrutarla y digerirla lo antes posible. Haga algo de ejercicio. Por último, elige alimentos variados: ¡una dieta equilibrada favorece la digestión!
En resumen, para evitar problemas digestivos, coma hasta saciarse . La saciedad se manifiesta generalmente como una disminución del placer de comer. Intente comer cuando sienta hambre y nunca demasiado tarde por la noche. Beba mucho líquido y mastique la comida para poder disfrutarla y digerirla lo antes posible. Haga algo de ejercicio. Por último, elige alimentos variados: ¡una dieta equilibrada favorece la digestión!
